Turquía es un país extenso. Las distancias entre ciudades pueden condicionar nuestros planes de viaje, especialmente si estamos pensando en conocer diferentes ciudades o lugares. La distancia entre Estambul y Antalya es de 724 kilómetros, similar a la de Hamburgo a Munich y mayor que la de Edimburgo a Londres. También necesitaremos utilizar medios de transporte cuando visitemos una ciudad y queramos desplazarnos entre distintos puntos de interés o ir a lugares de los alrededores. Afortunadamente, Turquía cuenta con una desarrollada infraestructura de transporte que nos permite llegar a todas partes atendiendo a nuestro presupuesto, tiempo disponible, etc.
Antes de hablar del transporte público, unas palabras sobre el alquiler de coches. La mayoría de agencias internacionales nos ofrecen reservar un coche en Turquía y recogerlo en el aeropuerto o en agencia. Es la opción que más independencia nos dará para desplazarnos y puede ser una buena idea combinar el coche de alquiler con el avión, tren, etc, pero hay dos inconvenientes, el combustible más caro del mundo y el tráfico en las ciudades. Por otra parte, la modernización de la red de carreteras nos ofrece actualmente vías en muy buen estado. No olvidar conducir con precaución.
Los vuelos internos turcos son más baratos que en otros lugares y son una buena elección si no tenemos mucho tiempo. Desde Estambul a Capadocia hay 800 Km y 10 horas de coche, si queremos ir a Trabzon para conocer los inolvidables campos de té de los alpes pónticos nos esperan más de 1.000 kilómetros de carretera. Las compañías aéreas más conocidas para realizar vuelos internos son Turkish Airlines, Pegasus, Sun express y Anadolujet. Podemos comprobar horarios y tarifas por internet, además de comprar los billetes por anticipado.
El autobús es uno de los medios de transporte de Turquía más elogiado por quienes lo prueban. Normalmente es de mejor calidad que en el país de origen de cualquier turista. Durante el viaje ofrecen comida y bebida, podemos ver películas y disponen de wifi. Los billetes son bastante baratos y por supuesto, no hay límite de peso para el equipaje. No hay forma de conseguir hacer reservas por internet en inglés pero preguntando en nuestro hotel nos indicarán la forma de conseguir nuestros billetes y el transporte a la otogar, la estación de autobuses. Con un par de días de antelación será suficiente.
El tren ha mejorado enormemente en los últimos años. Hay un tren de alta velocidad entre Estambul y Ankara, que también nos puede llevar a la preciosa Eskisehir y la tradicional Konya. Los ferrocarriles turcos han renovado completamente sus unidades con vagones modernos y son cómodos, silenciosos y con servicios adicionales como cafetería, comedor o coches cama. También se ha modernizado la red de cercanías. La página web de la TCDD no es de mucha ayuda si no hablamos turco, por lo que necesitaremos la ayuda de una agencia o de nuestro hotel.
Para los transportes en la ciudad, disponemos de todas las alternativas y a buen precio. En todas las ciudades hay autobuses y en varias hay metro-buses que son una muy buena opción porque circulan por carriles separados del resto del tráfico y no les afectan los atascos. En Estambul y Ankara hay metro, también encontraremos tranvías en Antalya, Eskisehir o Estambul. En muchas ciudades turcas hay un eficiente sistema de ferries para cruzar ríos y bahías. El transporte es barato y podemos preguntar en nuestro hotel por las tarjetas de transporte, como la Istanbulkart, que hay en muchas grandes ciudades.
No quisiera terminar sin citar los taxis. Son mucho más baratos que en otros países, por lo que son dignos de tener en cuenta. Nunca debemos aceptar un precio cerrado de antemano porque lo legal es el taxímetro, además de lo más barato. Una precaución para evitar malos entendidos es asegurarse de que el taxímetro está en marcha. Si no es así, recordarle al taxista que tiene que ponerlo en funcionamiento.