La verdad es que cuando decidimos visitar Ildiri no sabíamos que nos íbamos a encontrar, porque lo cierto es que nadie nos había hablado de aquel lugar y ninguno de nuestros conocidos lo había visitado.
Situado en la costa del Egeo y en el distrito de Çesme, a unos 22 km al noreste de la ciudad de Çesme, en una pequeña península que penetra en la bahía de Eritrea, se halla Ildiri, mirando a la isla griega de Chios.
Al llegar nos encontramos un pequeño pueblo costero, tranquilo y alejado de todo bullicio. Estábamos en primavera y el día estaba soleado y cálido, lo que hizo que disfrutásemos aun más de la excursión. Lo primero que hicimos fue dar un paseito cerca del mar y hacer unas fotos con la familia.
Dejamos atrás el pequeño puerto y nos dirigimos hacia el centro del pueblo, en busca de alguna indicación de Eritrea, que en realidad era lo que habíamos ido a ver.
El pueblo nos pareció un lugar muy pintoresco y auténtico. Muy diferente a los pueblos de los alrededores y con claras reminiscencias griegas. El tipo de construcción es muy peculiar, en algunas de ellas se pueden observar incluso como se han reutilizado como materiales de construcción restos de la antigua ciudad de Eritrea.
Paseando por las callejuelas uno puede observar la vida cotidiana de las gentes del lugar. La tranquilidad es absoluta, a veces rota por los ladridos de algún perro o pajarillo.
La gente local vive de la pesca y del cultivo de alcachofas y olivos, gente humilde y muy afable.
Hay unos cuantos restaurantes y bares con vistas al mar y muy agradables en los que podemos disfrutar del típico «kahvalti» turco o de un delicioso «gözleme» (crepe relleno habitualmente de espinacas y queso o de carne picada especiada).
El pueblecito se recorre en seguida ya que es muy pequeño, así que tras el paseo por sus calles y tras sentarnos a disfrutar de un gran kahvalti, que por cierto nos encanta a toda la familia, volvimos al coche para ir en busca de los restos arqueológicos.
El yacimiento se halla al final del pueblo. Actualmente hay 2 zonas en las que se continúan las excavaciones. Una a la orilla casi del mar, que no siempre está abierta, en la que se trabaja en restos de unas villas helenísticas y en las que se han encontrado múltiples mosaicos. Abre sólo entre junio y octubre.
La otra zona está situada hacia el monte. Lo cierto es que el yacimiento no es de los mejor conservados. El lugar fue explorado en profundidad por el Profesor Ekrem Akurgal en los años 60. Se hicieron grandes descubrimientos, pero desde entonces fue algo descuidado. Parece ser que se han reiniciado varios proyectos arqueológicos que trabajan actualmente en la zona.
La antigua ciudad de Eritrea fue una de las 12 ciudades de la liga jónica. Mencionada en múltiples relatos mitológicos y muy importante en la época por su comercio con Egipto, Chipre y países de occidente. También famosa por su producción de vino, piedras de molino y madera. Se convirtió en una ciudad independiente en el año 334 a.c cuando Alejandro Magno conquistó Anatolia y cayó en decadencia en el imperio bizantino.
Muchos de los restos se hallan cubiertos por la vegetación, pero sólo por las hermosas
vistas de las que uno puede disfrutar cuando sube a la parte alta de la ciudad, la visita merece la pena.
Se han hallado restos en la ciudad que situan su origen ya en la Edad de bronce. Su auge fue en el periodo helenístico y romano y su decadencia llegó con el imperio bizantino.
Las últimas excavaciones dejaron al descubierto un teatro del siglo III a.c, también restos de lo que fue una ciudad del siglo VI a.c, partes del templo de Heracles del siglo V a.c,un altar de sacrificios y las villas y pavimentos con mosaicos (siglo II a.c).
Subiendo a la cima del teatro se accede a la parte alta de la ciudad, en ella encontraremos los restos de una basílica y los restos de un antiquísimo templo de Atenea. Y lo mejor, las vistas de toda la bahía, de toda la costa de los alrededores e incluso de la isla griega de Chios.
Las estatuas e importantes restos encontrados se exhiben, en su mayoría en el museo arqueológico de Izmir.
La visita fue estupenda porque el campo estaba precioso, los árboles en flor, los campos llenos de flores y el colorido y contrastes de la zona hicieron que la excursión fuera especial.
Después de la caminata las niñas estaban cansadas y muertas de hambre así que nos dirigimos a uno de los restaurantes que hay a orilla del mar y en los que el pescado es super fresco a disfutar de una deliciosa comida: Pulpo a la brasa «ahtapot izgara», Algunos entrantes «mezze», unas gambas pequeñitas típicas de la zona «çimçim», y un delicioso lagos «pescado de la zona».
Con el estomago ya lleno nos dimos un paseito para bajar la comida y de vuelta para casa.
Nosotros fuimos hasta allí en nuestro coche, pero se puede coger un autobus a Ildiri desde Çesme cada 1/2 hora o desde Alaçati e Illica .
Ver mapa de Izmir y alrededores
https://www.google.es/maps/place/Ild%C4%B1r%2F%C4%B0zmir/@38.3674755,26.4722985,14z/data=!3m1!4b1!4m2!3m1!1s0x14bb9c522881102f:0x599afb280ffad5ae
http://www.didimli.com/galeri/erythrai.htm
http://www.izmirdergisi.com/site/index.php?option=com_content&view=article&id=142&Itemid=743&lang=tr
Hermoso, conocí IZMIR por la novela Farmagul, me llamo mucho la atención Izmir y también EL TE.-