Éfeso fue una de las 12 ciudades jónicas a orillas del Mar Egeo. Un importante centro religioso, cultural y comercial.
Es increíble caminar entre los restos de esta gran ciudad clásica, atravesando sus grandes vías de acceso, sus calles y observando sus templos, casas, fuentes y otros edificios. Uno puede imaginar perfectamente cómo sería la vida allí antiguamente. No creo que haya en el mundo otro lugar igual.
Según un mito la ciudad recibió el nombre de Éfeso por una reina de las amazonas (antigua nación formada por mujeres guerreras).
Para situarnos en la época, lo primero que hemos de tener en cuenta es que el mar llegaba hasta la ciudad. Desde el puerto se accedía a la ciudad por una amplia avenida, pavimentada con mármol y con columnas y tiendas a ambos lados, que daba directamente a un enorme teatro con una capacidad para 25.000 espectadores. El teatro fue también utilizado para espectáculos circenses.
Antes de llegar al teatro a mano izquierda están los restos del gimnasio de Vedio (siglo II) con sus campos de entrenamiento, baños, piscina, salas para hacer ejercicios, etc. Los restos están muy diseminados.
Desde el teatro, caminando por la vía Sacra se accede al ágora , que es del periodo Helenístico, donde se realizaban transacciones económicas y se desarrollaba el comercio de la ciudad (siglo III a.c). Era un gran espacio cuadrado con columnas y alrededor del cual había numerosas tiendas de comida y artesanía. Las tiendas tenían fachada de arco y unos 12 m. de profundidad. Se dice que S. Pablo trabajó aquí haciendo carpas.
Al salir del ágora, atravesando la puerta sur de la misma, nos quedaremos boquiabiertos al ver la impresionante fachada de la biblioteca de Celso, construida orientada al Este para que en las salas de lectura se aprovechase mejor la luz. Albergaba más de15.000 rollos de pergaminos. En la fachada las estatuas que representan las Virtudes: Arete (Bondad), Episteme (Conocimiento), Ennoia (Pensamiento) y Sofía (Sabiduría).
Desde aquí subiendo por la Vía de los Curetes (del griego antiguo “Kouretes”, que son divinidades) y a mano izquierda están las letrinas públicas romanas, que eran sólo para hombres. En un pozo cercano se halló la famosa estatuilla de Príapo, con un pene descomunal y que ahora se halla en el Museo de Éfeso en Selçuk.
También a mano izquierda el templo de Adriano, que tiene unos frisos de estilo corintio maravillosos y una cabeza de Medusa, que se empleaba para protección contra los espíritus malignos.
Frente están las casas terraza, la entrada se paga aparte, 15Tl (unos 7 Euros), pero lo cierto es que son muy interesantes. Aquí uno puede apreciar el lujo con el que vivían los patricios romanos. Desde los tiempos de Augusto estas viviendas de adinerados efesios eran decoradas con hermosos frescos y mosaicos. Las casas tenían habitaciones lujosas, baños, comedor y cocina. Lo cierto, nada que envidiar a las de hoy en día. Construidas al pie de la montaña en el sur de Éfeso, el techo de una casa forma la terraza para la casa siguiente. Estuvieron ocupadas hasta el siglo VII d.C.
Siguiendo por la Vía de los Curetes y también a mano izquierda se encuentra la fuente de Trajano, lo más curioso, el pie que queda de la enorme estatua del emperador, sobre una bola.
La calle acaba en la Puerta de Hércules, con dos estatuas del héroe en las columnas principales. Ahora entramos en la parte alta de la ciudad. Hacia la derecha encontraremos los restos de un enorme templo dedicado al emperador Domiciano, uno de sus laterales alberga muchos restos con inscripciones. Siguiendo este camino veremos también las ruinas del palacio del agua, y un curioso depósito de agua, increíble para aquella época.
Si se sigue hacia arriba sin desviarnos a la derecha una Fuente Monumental, un templo y el Templo de Hestia Bulea, en el que ardía sin cesar una llama. Al final de la calle el Buleterión, un teatro mucho más pequeño que el anterior, en el que se celebraban espectáculos musicales y reuniones del Consejo de la ciudad.
Cerca del pequeño teatro, los restos de unos baños y otro gimnasio. Cerca del cual hay otra taquilla de entrada a la ciudad.
Dentro de la ciudad de Éfeso no hay muchos árboles ni sombras donde guarecerse y en esta zona de Turquía el calor aprieta y bastante, por lo que entre los meses de Abril y Octubre hay que venir preparado, gorra, sombrillas o algo con que protegerse del sol y por supuesto agua. Dentro del recinto no se puede comprar bebida y en la entrada el precio es abusivo.
Precio de entrada 25Tl (11 Euros).
Horario de visitas:
– Invierno (Octubre a Marzo): De 8:00 a 17:00.
– Verano (Abril a Octubre): De 8:30 a 18:30.
En Junio y Julio se celebran muchos actos culturales y representaciones de una calidad excepcional en Éfeso (ópera, ballet y conciertos). Las entradas se venden en el Museo de Éfeso de Selçuk.
Para llegar desde Selçuk, que está a menos de 3 km se puede coger un taxi o un dolmus, que nos dejará muy cerca de la entrada.
Ver mapa de Izmir y alrededores