Cuando Ulises regresaba de Troya pasó frente a las costas de Phokaia, el lugar donde habitaban las sirenas que con sus armoniosos cantos atraían a los barcos hacia las peligrosas rocas y una muerte segura. Afortunadamente, Ulises estaba advertido y se había hecho encadenar al mástil de su barco además de tapar con cera los oídos de sus hombres. Este conocido episodio de la Odisea sucedió a 70 Km de Izmir en la preciosa bahía de Foça. Actualmente, es una de las tres áreas de especial protección marina de Turquía, donde habita una de las escasas poblaciones de focas monje del Mediterráneo.
Phokaia fué una de las 12 ciudades jónicas y sus habitantes eran expertos navegantes. En sus exploraciones, fundaron colonias en el Mar Negro y los Dardanelos, navegaron por el Adriático y llegaron a España. Los fundadores de Ampurias y Rosas fueron colonos procedentes de Phokaia.
Durante la Edad Media, la ciudad fue bizantina y genovesa. Su principal actividad era la producción de alumbre, un mineral utilizado desde la antigüedad para la depuración de aguas, el curtido de pieles y para teñir tejidos. En 1455, Mehmet el Conquistador la incorporó al imperio otomano.
Frente a la ciudad de Foça se encuentran seis islas y numerosos islotes rocosos que dieron a la zona su fama de aguas peligrosas pero que confieren a la bahía una espectacular belleza. El nombre de la ciudad se debe a la presencia de focas en la zona desde tiempos remotos. En las islas habita uno de las últimos grupos de focas monjes del mundo. Se estima que solo quedan unos 600 ejemplares distribuidos en aisladas colonias desde Madeira hasta el Egeo, de los cuales apenas 20 vivirían en estas costas. No es necesario decir que es muy raro lograr ver a estos animales.
En verano hay barcos que ofrecen un recorrido por las islas y también visitan algunas calas inaccesibles desde tierra. Entre las islas cabe destacar la de Orak, también llamada de las sirenas por ser el lugar desde donde atraían a los incautos marinos. Otra de las islas más conocidas es la de Ataturk, cuya forma recuerda al perfil del fundador de la moderna Turquía. Las aguas de Foça son conocidas en la zona por su fría temperatura, fenómeno que se repite en varios lugares del Egeo en esa parte de Turquía. Aún así, el recorrido en barco por la bahía de Foça es una opción muy recomendable en verano si os encontráis en los alrededores de Izmir.
Foça está formada por dos ciudades, la antigua o Eski Foça y la moderna o Yeni Foça, fundada hace 800 años donde se encontraban los yacimientos de alumbre. La más visitada es la ciudad antigua y en ella se encuentran las ya mencionadas islas, el Castillo de las Cinco Puertas y los molinos situados sobre una colina a la entrada del pueblo. El recorrido entre las dos ciudades es uno de esos típicos paisajes del Egeo llenos de calas, penínsulas e islas que nos harán disfrutar en cualquier época del año.
La antigua Foça es una pequeña población con casas de estilo griego, mucha animación, comercio y restaurantes. Tiene dos bahías con un puerto deportivo y otro pesquero más pequeño. Alrededor de este último encontramos numerosos restaurantes donde sirven el pescado del día frente a las mismas barcas que lo trajeron por la mañana. Sentados en las mesas podemos ver a los pescadores preparando las redes para el día siguiente.
El paseo desde el puerto pesquero hasta el deportivo discurre por una pasarela frente a las murallas del Castillo de las Cinco Puertas, una fortaleza genovesa que utilizó la fortificación existente desde la antigüedad y que fue ampliada tras la conquista turca. Su interior se utiliza actualmente como teatro al aire libre.
Además de las típicas artesanías y recuerdos, en las tiendas de Foça encontraremos las conocidas aceitunas de la zona.
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Para saber mas:
http://caminosquenollevanaroma.wordpress.com/2011/09/20/la-belleza-turca-de-foca-y-la-isla-de-las-sirenas/
http://es.wikipedia.org/wiki/Fo%C3%A7a
http://es.wikipedia.org/wiki/Monachus_monachus
http://es.wikipedia.org/wiki/Focea
http://es.wikipedia.org/wiki/Alumbre