Tras la conquista de Constantinopla, los sultanes otomanos comenzaron residiendo en el Eski Sarayi, la actual universidad de Estambul. Posteriormente ordenaron la construcción del conocido palacio Topkapi, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, que fue sustituido como sede de la corte en 1856 por el palacio de Dolmabahce a orillas del Bósforo. En 1887, el sultán Abdulhamid II, buscando un lugar mejor protegido, se trasladó al magnífico palacio de Yildiz, la última de las residencias imperiales de los sultanes otomanos. Este lujoso lugar tiene el atractivo añadido de encontrarse rodeado del mayor espacio verde del centro de Estambul. Situado entre Dolmabahce y Ortakoy es uno de los grandes ignorados por los turistas a pesar de su magnífico estado de conservación y de la proximidad a otras zonas muy visitadas.
Desde mucho antes de ser residencia imperial los sultanes gustaban de hacer excursiones a esta zona boscosa con vistas al Bósforo y comenzaron a levantar allí pabellones de caza y residencias de vacaciones. Por ese motivo, el palacio de Yildiz es en realidad un gran parque con varias construcciones, al estilo del resto de palacios otomanos. En lugar de construir un edificio, la familia imperial siempre gustó más de levantar complejos con diferentes edificios cuya utilización cambiaba con el paso del tiempo. El sultán Abdulhamid II distribuyó numerosos edificios a lo largo de las colinas y valles del parque, además de su residencia y harén, había estanques, invernaderos y residencias para el servicio y la guardia. También había edificios de uso administrativo, una fábrica de porcelana y algunos pabellones de recreo, finalmente, había dos pequeñas mezquitas situadas fuera del recinto amurallado.
Lo que actualmente se visita como el Museo de Yildiz es el pabellón Şale que fue construido como residencia del sultán y posteriormente ampliado con motivo de la visita del Kaiser Guillermo II en 1889. La visita cuesta 10 TL y no aceptan Muzekart. Algunos de los edificios se han convertido en restaurantes y cafés con bonitas vistas de los jardines y el Bósforo, aunque la mayoría son utilizados por el Ayuntamiento de Estambul y la Universidad Técnica de Yildiz.
El pabellón Şale está rodeado de un cuidadísimo jardín y tiene dos plantas con más de 60 habitaciones. Está construido principalmente con madera imitando a una residencia de los Alpes. La visita es guiada y se repite cada 15 minutos con un guía que habla inglés y español. A lo largo de la visita podemos admirar el lujo de las habitaciones y el soberbio mobiliario, Abdulhamid II era aficionado a la carpintería y muy exigente con la calidad de las piezas que había en su residencia, incluso algunos de los muebles son obra suya.
Los techos entelados con pinturas y las dependencias adornadas al gusto del siglo XIX son una visita verdaderamente destacable. Durante el recorrido nos mostrarán puertas de nácar, estufas de porcelana, balcones con vistas a los jardines con el Bósforo al fondo, impresionantes alfombras y lámparas de todos los tamaños y diseños. El recorrido finaliza con el salón de ceremonias, en el que está la mayor alfombra de seda de Turquía, sus 440 metros cuadrados obligaron a derribar la pared para poder introducirla en la enorme estancia.
Una recomendable visita que no suele estar atestada de turistas.
http://en.wikipedia.org/wiki/Y%C4%B1ld%C4%B1z_Palace
http://english.istanbul.gov.tr/Default.aspx?pid=359
http://www.turkeytravelplanner.com/go/Istanbul/Sights/Bosphorus/yildiz_chalet.html
http://sobreturquia.com/2010/11/09/yildiz-el-palacio-de-la-estrella/
Los jardines de Yildiz son muy interesantes, mi novia es de Ortaköy y solemos pasear muchas veces por esta zona. De todos modos cuando fui al palacio, al menos a la parte principal no la de los pabellones del Kaiser, estaban de reformas y el estado general del edificio y del museo era por no decirlo de otra forma disperso. Tienen una interesante y poco atestada biblioteca publica, un sitio ideal para leer. un saludo