En el Mar Mediterráneo hay pocas cataratas que caigan directamente al mar, si además buscamos que estén situadas en una ciudad, solo las encontraremos en Antalya. Las aguas del río Duden vienen desde los montes Taurus y nos ofrecen varios saltos de agua en su camino hacia Antalya, se conocen como las cataratas del alto Duden y no debemos pasar por la ciudad del sur de Turquía sin visitar la verde naturaleza que las rodea. Pero es al llegar a su desembocadura donde el rio Duden se convierte en excepcional, su caída de 30 metros de altura directamente al mar puede ser observada desde el parque que la rodea sobre el acantilado o también desde alguna de las numerosas embarcaciones que recorren la abrupta costa de la ciudad desde el puerto antiguo.
Cataratas del bajo Duden.
Las dos opciones para conocer las Cataratas del Bajo Duden son recomendables. La distancia hasta el parque Duden desde el centro de Antalya es de unos 8 kilómetros, podemos tomar un autobús urbano o ir en taxi. Lo mejor será preguntar en nuestro hotel la mejor forma de llegar. El parque ocupa los dos últimos kilómetros del rio y sus jardines a lo largo de las dos orillas nos ofrecen un paseo muy relajante. Al llegar a las inmediaciones de la cascada hay miradores para poder disfrutar de las vistas. En la parte derecha, el acantilado entra un poco más en el mar, por lo que el salto de agua se puede contemplar muy bien desde allí. Al igual que en otros lugares del país, a pesar de las barandillas y protecciones, debemos tener cuidado con los niños.
La segunda posibilidad de disfrutar de las cataratas es tomar alguna de las excursiones en barco que parten todos los días desde el puerto antiguo. Hay diversos horarios y precios, puede ser una buena idea dar un paseo el día anterior para informarnos y elegir lo que más convenga a nuestros planes. Algunas excursiones incluyen una parada durante el trayecto para bañarnos en las numerosas cuevas que hay bajo los acantilados. Las refrescantes aguas del Mediterráneo turco son un poderoso atractivo en los meses de verano.
El recorrido dura algo más de una hora, más el tiempo de la parada para el baño. Resulta impresionante ver los acantilados de la parte este de Antalya desde nuestro barco. En la parte superior hay edificios y hoteles que están literalmente colgados a 30 metros de altura sobre el mar. En algunos lugares hay plataformas en las rocas donde se puede tomar el sol y también tienen escalerillas de acceso al agua para los bañistas. Algunos hoteles disponen de ascensores para que sus clientes bajen a las plataformas y ofrecen servicios de bar y cafetería, además de hamacas y sombrillas. Algunos también sirven de embarcadero y ofrecen excursiones, práctica de deportes náuticos y otras actividades.
Cuando llegamos a las cataratas impresiona su altura y caudal, el rio está regulado por algunas infraestructuras hidroeléctricas en su parte alta, así que durante el verano también podemos disfrutar del espectáculo. Lógicamente, en primavera baja mucha más agua y las cataratas resultan todavía más impactantes. El barco se acerca a la caída de agua y podemos tomar unas bonitas fotografías que nos recordarán la excursión.
Durante nuestro regreso podemos fijaremos en las altas montañas Taurus al oeste de Antalya, otro de los lugares que debemos visitar en nuestra visita a la ciudad. Las playas de Olympos y de Phaselis, el Monte Olympos con su teleférico y las llamas eternas de Quimera nos esperan. La llegada al puerto antiguo, defendido de los ataques de los piratas por la torre Hidirlik, pone fin a una excursión que dura unas dos horas y media.
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