Didim. El templo de Apolo más grande de Anatolia.

Cuando hablamos del templo de Apolo de Didim, nos referimos a uno de los lugares más sagrados del mundo griego clásico. El oráculo que allí se encontraba era el segundo en importancia tras el de Delphi y poderosos reyes entregaron tesoros al templo desde el siglo VI AC. El templo fue saqueado por los persas, pero Alejandro Magno, tras escuchar del oráculo la gran victoria que le aguardaba, ordenó la construcción de un nuevo templo que tendría similares dimensiones al de Artemisa en Éfeso, una de las Siete Maravillas del Mundo. Aunque un terremoto destruyó el templo en el siglo XV, es uno de los grandes edificios de la antigüedad mejor conservados.

En el lugar había una fuente que se consideraba sagrada y las sacerdotisas bebían su agua para responder a las preguntas que se hacían al oráculo. El templo 118 x 60 metros y con una notable altura de 19,70 m. En realidad, el edificio nunca se llegó a terminar debido el elevadísimo coste de su construcción. En una época en la que un trabajador ganaba 2 dracmas al día, cada columna costaba 40.000 dracmas y el edificio tenía 120 columnas alrededor de los muros del templo.

Cuando alguien quería consultar al oráculo, subía por las escaleras que llevan a la entrada y accedía a la galería de doce columnas desde la que se entraba al templo. Allí era recibido por los sacerdotes que tomaban nota de la pregunta y cobraban las tasas correspondientes tras realizar un sacrificio. El sacerdote se dirigía al patio central para llevar la pregunta a la sacerdotisa de Apolo. El acceso al patio se hace por dos túneles que descienden hasta él y que se pueden recorrer todavía hoy. Tras beber el agua de la fuente sagrada, la sacerdotisa pronunciaba la respuesta del oráculo que era ininteligible excepto para los sacerdotes. Se sospecha que junto con el agua, de la fuente emanaban algunos gases alucinógenos que provocaban el trance de las sacerdotisas. Una vez redactada la interpretación de la respuesta del oráculo, se entregaba por escrito al solicitante.

Otra notoriedad de este templo es que contiene los primeros planos de un arquitecto que se conservan. En las paredes de una de las esquinas se encontró el plano detallado del edificio, con dibujos hechos con regla y compás. Incluyen anotaciones con cálculos matemáticos y geométricos, incluídas correcciones de la perspectiva. El arquitecto, consciente de que la obra se prologaría durante generaciones, decidió dejar de esta forma los planos para que sus sucesores pudieran conocer los detalles técnicos del proyecto.

La visita también permite admirar algunas de las esculturas de los frisos, entre las que destaca una famosa cabeza de medusa muy similar a la encontrada en la cisterna monumental de Constantinopla.

Didim está muy cerca de Priene y de Miletos y es una visita obligada junto a ellas si vamos desde Éfeso a Bodrum. También podemos considerar la posibilidad de alojarnos en algunos de los hoteles de la zona, con mejores precios que en Kusadasi pero con playas muy conocidas como la de Altinkum, en el mismo pueblo de Didim.

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